11.6.09

Valoraciones Moscú 2009 (2ª parte) "El truco español"

Malta: Tanto va el cántaro a la fuente… la verdad es que Chiara es una baza segura, es una gran intérprete, tiene una voz espectacular y la canción era muy Disney, pero creo que las circunstancias actuales no son las mismas en las que se presentó y que de sus tres intervenciones en Esc, las anteriores con “The one that I love” y “Angel”, esta ha sido la más discreta. Dijo que iba a acabar lo empezado, por sus tercer y segundo puesto conseguidos ya en el festival, pero siempre he pensado que segundas partes nunca fueron buenas y que, si has tocado la gloria una vez (dos en este caso), es difícil repetir, si no que se lo digan a Perelli.

Estonia: Una de mis favoritas: buena canción, original, diferente con esos aires New Age, buen directo y elegante escenografía, mereció sin duda el quinto lugar.

Dinamarca: Me dejó algo indiferente en la semi, pero se creció en la final. El tema, con el sello Ronan Keating, fresco y actual, con banda en el escenario lo cual le daba aún más calor de concierto. Insisto en que los nórdicos se han lucido este año y han cosechado.

Alemania: Ni Dita von Teese con su look pin-up logró salvar la candidatura alemana, que ha vuelto ha quedarse en un puesto desastroso en el festival. No es que la canción estuviera mal, porque repetiré hasta la saciedad que el nivel general era muy bueno, pero creo que simplemente no gustó, diré más, creo que ese estilo años 40 con toques de swing no logra enganchar nunca en Eurovisión, los alemanes ya tuvieron la muestra con Roger Cicero en 2007, con un tema de mucha más calidad.

Turquía: Debo confesar que me decepcionó profundamente el directo de Hadise, creo que ni el vestuario era acertado, ni los coros le hacían ningún favor y que ella se queda más bien justita de voz. Una pena para la DIVA TURCA con mayúsculas que yo esperaba ver en escena y que se quedó en choni poligonera. Puesto injusto para un país, que, como Grecia, es otra incógnita que siempre queda bien haga lo que haga. A su favor, debo decir que al menos los turcos van de turcos, es decir, que hacen como nadie lo suyo, ese rollito etnopop que mucha gente se empeña en copiar, pero que, hecho por otros, pierde toda su autenticidad.

Albania: Grata sorpresa la que me llevé con Kejsi Tola, porque no daba un duro por ella cuando la vi ganar la preselección. El patito feo se convirtió en cisne, con una canción que se vio beneficiada por el inglés y por tener que acortar su duración, ya que el original acababa haciéndose infumable. Tremenda voz para una cría de 16 años que no quiero ni imaginar cómo cantará dentro de diez. Sólo una pega: que la chica sueñe con señores bajitos maquillados de payaso y un señor azul, carry me in your nightmares...?

Noruega: Se cumplieron los pronósticos y mi querido Alexander Rybak se alzó con el triunfo y qué triunfo… la mayor puntuación de la historia del festival, para una candidatura que tenía todos los ingredientes necesarios: canción original con aires folk y preciosa melodía, coros bien empastados, acompañada de una buena coreografía del grupo Frikar, contundente pero sin distraer la atención de lo importante: la canción y el intérprete, y un cantante que traspasaba la cámara simplemente porque Alexander la enamora: Su expresión, su mirada, su manera de contar una historia; un chaval de 23 años que además tiene el mérito de ser el compositor del tema y un virtuoso del violín, ¿se puede pedir más…? Pues sí, número 1 conseguido en numerosas listas europeas con el tema ganador y un album, Fairytales, que está a puntito de salir y al cual, visto lo visto, le aventuro un gran éxito.

Ucrania: Este ha sido el año de cargarse los tópicos, el de que las puestas en escena espectaculares y casi circenses es imprescindible para ganar ha sido uno de ellos… De todas formas, no nos quejemos, que eso ya lo estamos viendo en los últimos tres años. Si algo hay que reconocerle a Svetlana es que está de vuelta de todo en esto del escenario, esa seguridad sólo la puede tener una artista completa, porque ser artista no es sólo ser cantante sino un conjunto de cosas más. La canción no me entró a la primera, pero acabó gustándome mucho y pensaba que iba a hacer más "pupa" en al final.

Rumanía: Ufff… De lo más mediocre de la noche, canción comercial, facilona y aderezada por unas ninfas, un volcán y un trono que ni iban ni venían, no cabía más barroquismo. Creo que la representación rumana hubiera ganado con una imagen más actual. Con el puesto obtenido, le sobra y le basta.

Reino Unido: Pues, qué voy a decir de Andrew Lloyd Webber como compositor que no sepamos ya y qué voy a decir de Jade Ewen como cantante que no vierais esa noche, combinación perfecta para un baladón de los de toda la vida, que a mí me recordaba a un himno de esos de las Olimpiadas... Los británicos rompieron el maleficio y, en este caso, el tópico de que el Big4 siempre es castigado por el resto de países en Eurovisión.

Finlandia: Terribles… merecidísimo último puesto, me olvidé de que teníamos jurados y recuerdo que me daba pánico pensar que podían quedar en un buen puesto por actuar en 24º lugar. Todo muy discotequero, pero en plan hortera, él, las niñas con la mini de lentejuela, los del fuego, todo muy cutre vamos, no tengo nada más que comentar.

España: Y llegamos al momento peliagudo del artículo… Se ha hablado tanto ya que voy a intentar sintetizar lo que a mí me pareció y casualmente, al resto de gente que estaba viendo conmigo el festival. Creo que el problema fue que todo el mundo se quedó indiferente…? Y como nosotros, supongo que millones de telespectadores. Admitamos, de entrada, que Soraya es un animal escénico y que tiene buen directo, para que quede claro que me gusta como artista, y comentemos el resto. Por una parte, la canción estaba bien, bailable, comercial y tal... pero una cancioncilla sin más, reconozcámoslo, repito que para llevar ritmos orientales o turco-griegos ya hay otros países mucho más puestos en estos temas. Después, la puesta en escena: A mí me sobraba todo, las tres chicas cantan estupendamente, pero no las acababa de integrar en el conjunto, los chicos, grandes bailarines, sin embargo era todo como un mogollón, cuando, como he comentado, la que tiene que destacar es la intérprete con su canción y Soraya se perdía visualmente entre tanta pirueta, tanta gente que enfocar y tanta subida y bajada de escalera. Los culpables, con todos mis respetos: los eurofans. Confieso que los días previos a que se organizara el famoso concurso de ideas y que todo el mundo empezara a escribir sus opiniones en eurovision-spain yo me ponía de los nervios... simplemente alucinaba con ciertas cosas que se estaban proponiendo y con esa insistencia en que había que hacer algo impactante en escena, jaulas, trajes con bombillas, gente bajando del techo, no sé... todo muy inverosímil y ya el colmo fue leer que había que hacer algo distinto a la preselección con justificaciones como que los bailarines lo hacían fatal, que formaban un conjunto desproporcionado, que la coreografía no era buena o que había que cambiarles de ropa porque se les veía el sudor de las axilas (¡?) :-( Creo que Miriam Benedited había hecho ya un trabajo buenísimo que casi no hubieran tenido que tocar: Dejar un bailarín menos y ponerle una única corista, que para cantar, Soraya se sobra y se basta, hubiera sido más que suficiente y así los realizadores rusos se hubieran centrado en ella, que debían de estar medio majaras intentando sacarlos a todos y encima cumplir con los correctos enfoques del truco de “escapismo” (otro tema para echarle de comer a parte…) y que no se enfadara la delegación española.

Recuerdo cómo me puso la carne de gallina aquel primer ensayo en que Soraya apareció cual diva en el escenario con un modelito blanco-plata de flecos que le favorecía muchísimo y rezaba para que tuviera el mismo criterio en la final, con el resto de grupo en un discreto blanco nuclear y... bueno, se ha hablado de "traje de patinadora" "vestido de bailes de salón" etc. por lo que no voy a ser yo quien haga más leña del árbol caído, aunque su violeta, el azul de las chicas, los bailarines trajeados en negro, un pañuelo imposible en naranja (costurón en medio incluido)... convertían aquello en un cromatismo demasiado difícil de asimilar. En definitiva, he oído opiniones que mantienen que el problema es que vamos arrastras en este festival, que no innovamos y sinceramente, estoy de acuerdo, creo que tenemos muchas cosas que aportar, desde algo de pop con gusto a nuestro propio folk y con folk no hablo sólo de flamenco y pandereta, que bien hecho, sería un puntazo (no hablo de nuestro pasado "brujería"), sino a flamenco de fusión, que también lo hay, música celta, que la tenemos y muy buena o incluso grandes autores de baladas que en otros tiempos han dado ejemplo de que lo pueden hacer con muy buenos resultados, la incógnita es? con qué nos sorprenderá nuestra querida tve el año que viene...? De momento, habrá que esperar... o desesperar.






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